Docente Investigadora de la Carrera de Psicología de Indoamérica, aporta con información valiosa de la convivencia en familia

Docente Investigadora de la Carrera de Psicología de Indoamérica, aporta con información valiosa de la convivencia en familia

Diana Montero MSc., forma parte de la Carrera de Psicología de la Universidad Indoamérica del Campus Quito como docente, y también aporta con actividades de investigación científica. Es Psicóloga con Maestría en Psicología Clínica y actualmente se encuentra estudiando un Doctorado en Psicología en la Universidad Católica Argentina.

Con su basta experiencia en la ciencia de la Psicología aporta a la comunidad con su opinión profesional y científica para mantener una convivencia armónica en los hogares ecuatorianos, a propósito de la emergencia sanitaria en la que nos encontramos todos los seres humanos.

¿Como profesional en la rama de psicología, ¿cómo crees que la ciudadanía debe reaccionar en estos momentos de zozobra que estamos atravesando?

Pienso que la ciudadanía se encuentra asimilando todavía las novedades que presenta la situación actual, tanto para la vida individual, como para la vida familiar y para nuestros roles en la sociedad. El pedido de aislamiento realizado por las autoridades gubernamentales y que responde a una situación de pandemia, nos coloca de cara ante lo incierto, y esto puede llegar a generar ansiedad en algunos individuos. Ante este reto, vemos que las personas actúan de diferente manera, algunos acatando las órdenes impuestas, y otros, manifestando muchas dificultades para adaptarse a ellas. Considero que esta situación debemos abordarla como un momento pasajero, como cualquier otro momento de crisis que viven las sociedades y que ha vivido el mundo, esto permitirá sacar a flote esas estrategias de afrontamiento que hemos construido a lo largo de la vida y que tenemos de reserva para situaciones como ésta. Ha llegado el momento de utilizar esas herramientas con las que cada uno cuenta. Si lo vemos así, nos adaptaremos mejor y esto va a permitir que acatemos las normas que nos mantendrán seguros, no sólo a nosotros sino también al resto de la sociedad. Adicionalmente, acá se pone de manifiesto la conciencia que tiene cada sujeto de su responsabilidad consigo mismo y con los demás y me parece que es momento para que cada individuo se pregunte por el manejo que realiza de esta responsabilidad.

En el sentido psicológico las familias ¿cómo pueden conllevar armónicamente la convivencia dentro de sus hogares?

Solemos escuchar que la convivencia es difícil, sin embargo, nuestras familias son también una gran elección que cada uno de nosotros, en su momento hemos realizado. Las relaciones que hemos construido con cada uno de los miembros de nuestras familias, también han sido, en gran medida construidas y decididas por nosotros. Así que, el momento actual pondrá de relieve esos aspectos positivos que hemos generado en los vínculos familiares, así como también las dificultades que ya han venido existiendo. Entonces, ¿Cómo sobrellevar el tiempo juntos? Primero, hay que entender esta etapa en familia como una oportunidad, más que como un forzamiento. Si entendemos que el problema que tenemos como sociedad se trata de un virus que está fuera de nuestros hogares y que son entonces los hogares, los lugares seguros, entonces no veremos el aislamiento como una dificultad, sino como una posibilidad para mejorar los vínculos, para crecer como individuos y como familias e incluso para realizar procesos de introspección o como decía nuestro estimado Canciller, el Ing. Saúl Lara en un mensaje a la comunidad, como un tiempo de retiro espiritual familiar.

En lo formal, es importante el manejo del tiempo laboral y académico de cada uno, así como la asignación de roles y responsabilidades. Puede ser útil elaborar un horario en familia donde todos estén involucrados con roles específicos. No se puede cargar de todas las tareas a una sola persona, sino más bien practicar la equidad en la dinámica familiar, para que exista tiempo para que cada uno pueda dar cumplimiento a sus actividades y realice un aporte a la convivencia en el hogar. Ser equitativos no significa que todos hacen las mismas cosas, sino que cada quien realiza las actividades según su capacidad de tiempo, su edad y tomando en cuenta las necesidades de todo el grupo familiar. Asimismo, es importante no dejar de lado las actividades de esparcimiento en familia. Debemos disponer también de un tiempo para el descanso y el compartir.

En caso de que las familias posean en su hogar uno o varios miembros que tengan cuadros de ansiedad, claustrofobia u otro tipo de cuadro que puede afectar su salud mental, los miembro de este hogar ¿cómo deben canalizar estos?

En el caso de personas que presenten cuadros agudos de ansiedad o que, por ejemplo, tengan alguna patología previa que se haya agudizado debido a la situación de cuarentena en la que nos encontramos, lo principal que debemos hacer es escucharles. Muchas veces, intentamos aconsejar o hacernos oír en estas situaciones, pero en realidad estas personas necesitan ser acompañadas sin ser directamente juzgadas, censuradas o comparadas con otros miembros de la familia. En ocasiones se suele decir a la persona “pero tómalo como lo toma tu hermano/a o tu madre”. Y en este momento, estamos restando importancia al sentir singular y subjetivo de ese individuo. Luego de realizar una contención inicial, además de buscar que la persona se exponga lo menos posible a noticias alarmantes a través de los medios de comunicación, se debe contactar con el profesional a cargo del caso (si se trata de una patología previa), o contactar con un profesional de la salud mental por primera vez, en caso de que los síntomas sean agudos. Muchos psicólogos y psiquiatras se encuentran trabajando activamente a través de plataformas virtuales y, en ocasiones, es necesaria su intervención. Sin embargo, hay que tener mucho cuidado con no confundir el malestar, la incertidumbre o la ansiedad que son esperables para esta situación con una patología psicológica. Lo que estamos viviendo es una situación nueva que cambia las rutinas de las familias y para la cual no nos hemos preparado, sino que nos vamos ajustando en la medida en que la situación avanza. También hay que tomar en cuenta que estamos expuestos a noticias muy lamentables y por esta razón, cierto grado de malestar es comprensible. El problema ocurre cuando estos niveles de malestar o ansiedad se tornan muy elevados e inmanejables para el sujeto o la familia, y en ese caso debe abordarse con otras estrategias.

¿Qué consejos pueden ser útiles en el sentido psicológico para fortalecer los lazos afectivos entre los miembros de una familia, a propósito de esta emergencia que atravesamos?

El sentido de la responsabilidad, el sentido del amor familiar y la proyección de metas individuales y comunes, son aspectos fundamentales a fortalecer en estos días. No se debe tomar esta situación como el final de nuestros proyectos, sino más bien como una puerta que se abre para plantear nuevas metas, para organizar el hogar, la mente y las relaciones familiares. ¿Cuántas veces nos hemos encontrado deseando tener más tiempo en familia? Pues, ha llegado el momento, entonces hay que valorarlo y utilizarlo de un modo provechoso, sobre todo desde el punto de vista de la reflexión. ¿Qué cosas puedo aprender? ¿Qué debo mejorar como madre o padre, como hermano o hermana, como hijo o hija, como cónyugue o incluso, como profesional?. Si cada miembro de la familia saca algo positivo, aunque sea pequeño, de esta situación, toda la familia se fortalecerá.

Cuál sería tu mensaje a la comunidad Indoamérica con respecto a estos momentos difíciles en los que nos encontramos?

Mi mensaje, más que como psicóloga es como compañera, amiga y como parte de la comunidad Indoamérica, que también siento como un hogar y como una familia. En toda relación afectiva es bonito extrañarnos, así cuando nos reencontremos valoraremos mucho más el compartir diario en los pasillos, en las aulas y en las oficinas, no sólo entre nosotros sino también con nuestros estudiantes. Mantengamos activos los canales de comunicación que nos permitan estar conectados con los demás y seguir realizando aportes importantes. Pienso que esto nos hará crecer como personas y como comunidad educativa, así que valoremos este momento, reflexionemos y tengamos en cuenta que aunque no nos veamos, seguimos presentes día a día como parte de un gran engranaje que es Indoamérica. Hasta pronto compañeros!

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